Conservación e intercambio de semillas criollas

Las semillas de variedades criollas constituyen reservorios de diversidad biocultural. Esto se debe a que las mismas constituyen una materialización de las características culturales e históricas de las comunidades donde se han desarrollado. Es por ello, que la conservación de semillas cumple un dob...

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Detalles Bibliográficos
Autor principal: Arias, Candela Mariel
Otros Autores: Bonicatto, Margarita, Costella, Laura, Kozulo, Perla Carolina, Tonolli, Alejandro
Publicado: 2018
Materias:
Acceso en línea:https://bdigital.uncu.edu.ar/fichas.php?idobjeto=11571
Descripción
Sumario:Las semillas de variedades criollas constituyen reservorios de diversidad biocultural. Esto se debe a que las mismas constituyen una materialización de las características culturales e históricas de las comunidades donde se han desarrollado. Es por ello, que la conservación de semillas cumple un doble propósito: por un lado, permite conservar la diversidad biológica (principalmente la agrobiodiversidad) y por el otro la diversidad cultural asociada a dichas variedades. Con referencia a lo anterior, en el Valle de Uco, Mendoza, Argentina, se realiza desde el año 2015 “La Feria de Intercambio de Semillas y Saberes”. La misma representa un espacio de encuentro e intercambio de semillas, plantas, tubérculos y saberes asociados a los mismos, que involucra no solo a la comunidad del Valle de Uco sino también a otras comunidades de la provincia de Mendoza. A pesar del importante papel que juega la conservación in situ y el intercambio de semillas llevado a cabo por determinados agricultores familiares del Valle de Uco en la conservación de la agrobiodiversidad, la bibliografía sobre cómo es llevada adelante dicha conservación, se presenta en registros aislados, no sistematizados y escasos. En referencia a lo anterior, el presente trabajo tiene como objetivo general comprender la contribución de los agricultores familiares, que participan de la Feria de Intercambio de Semillas del Valle de Uco y residen en dicho lugar, a la conservación de la agrobiodiversidad. Para alcanzar dicho objetivo, en La Feria de Intercambio de Semillas y Saberes, llevada a cabo durante el año 2017, se identificaron 10 agricultores familiares que conservan semillas. Los mismos fueron catalogados como informantes claves (mayor conocimiento y experiencia sobre conservación de semillas) y posteriormente fueron entrevistados. El análisis de las entrevistas permitió identificar 33 variedades criollas que están siendo conservadas por los agricultores. Así mismo, se identificaron 5 motivos que incentivan a los agricultores a conservar sus semillas, entre los mismos se encuentran: la certeza de que van a germinar; la percepción de que sus semillas darán alimentos más sanos; la necesidad de conservarlas a través del tiempo; para ahorrar dinero y para asegurarse los insumos productivos. Además, se rescataron diversas formas locales de prácticas de conservación de semillas que se han presentado agrupadas en tres categorías: conservación a campo, conservación en sitios adecuados e intercambio de semillas. Finalmente y producto de una comparación entre los géneros y variedades criollas conservadas por el Banco de Germoplasma del INTA de La Consulta por los agricultores, se observa que de los 17 géneros conservados en el Banco solo 6 son conservados por los agricultores. En tanto que de los 12 géneros conservados por los agricultores 6 son conservados por el Banco de Germoplasma. Por su parte, de las 27 variedades hortícolas criollas conservadas por los agricultores, solo 9 son conservadas por el Banco. Estos resultados ponen de manifiesto la necesidad de complementariedad entre ambos métodos. Los resultados obtenidos demuestran la importancia de la contribución de los agricultores familiares del Valle de Uco a la conservación de la agrobiodiversidad local mediante la conservación de semillas criollas. Asimismo, los resultados, exponen la necesidad de incrementar las medidas tendientes al reconocimiento de los agricultores como pilares fundamentales de la conservación de la agrobiodiversidad. Además, dichas medidas deberían apuntar a fortalecer el trabajo conjunto entre el INTA u otras instituciones y los agricultores familiares en pos de la conservación de la agrobiodiversidad criolla.