Permanencias y quiebres en el campo político sanjuanino desde la óptica de la Constitución de 1927

En el nudo investigativo que surge del estudio social de los procesos de largo plazo, el análisis sociohistórico resulta ineludible a la explicación sociológica. Tal como lo expone Norbert Elias (1993), es necesario dejar de ver en la historia un cambio continuo sin tratar de descubrir el ordena...

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Autores principales: Gómez, Nancy Elizabeth, Sánchez, María Fernanda
Publicado: 2021
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Acceso en línea:https://bdigital.uncu.edu.ar/fichas.php?idobjeto=16894
Descripción
Sumario:En el nudo investigativo que surge del estudio social de los procesos de largo plazo, el análisis sociohistórico resulta ineludible a la explicación sociológica. Tal como lo expone Norbert Elias (1993), es necesario dejar de ver en la historia un cambio continuo sin tratar de descubrir el ordenamiento de ese cambio, su mecánica y la regularidad que ello conlleva respecto de las formaciones históricas que estudiamos. A partir del enfoque socio-histórico propuesto, la ponencia que aquí se presenta refiere al estudio del campo político en San Juan, a través del análisis de la Constitución de 1927 propuesta y sancionada durante el segundo gobierno cantonista. Las especificidades que suponen la constitución de los campos en la provincia de San Juan, nos permite anclar en la observación del momento socio-histórico que marca esa particular conformación del campo político y explorar la Constitución de 1927 en óptica de sus permanencias y quiebres con la Constitución de 1878 y de sus reformas en 1879 y 1912. Asumir el carácter sociohistórico de nuestro objeto de estudio implica, según argumenta Passeron (2011), considerar que las perspectivas históricas y sociológicas se presentan como ejes epistemológicos del dispositivo complejo de las ciencias de la sociedad, en tanto se ocupa del hecho social total. El análisis circunstanciado que se propone en torno al objeto de estudio formulado, encuentra en las perspectivas teóricas de Elias y Passeron, el espacio de diálogo y las herramientas epistemo-metodológicas que respaldan dicho análisis. Desde este posicionamiento, Passeron (2011) sostiene: (…) historia y sociología se han rendido en lo esencial a la evidencia de que tienen el mismo tipo de objeto, inseparable de las elecciones lingüísticas de la nominación, de la categorización y de la periodización, y en ambos casos tributario de una misma "base empírica": el curso histórico del mundo ( p. 149).