La radicalización de la reacción antifeminista y los desafíos para una izquierda contra-neoliberal

Los desafíos para las izquierdas argentinas en un escenario de radicalización política por derecha sin dudas llevan marcas de la coyuntura global, pero no por eso deben desatenderse las particularidades del escenario local para pensarlos. En este trabajo nos proponemos analizar la situación político...

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Autor principal: Gui, Sol Verónica
Publicado: 2021
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Acceso en línea:https://bdigital.uncu.edu.ar/fichas.php?idobjeto=17113
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Sumario:Los desafíos para las izquierdas argentinas en un escenario de radicalización política por derecha sin dudas llevan marcas de la coyuntura global, pero no por eso deben desatenderse las particularidades del escenario local para pensarlos. En este trabajo nos proponemos analizar la situación político-social partiendo de los aportes que Nancy Fraser y Wendy Brown construyeron para pensar a los sujetos intervinientes en el mapa político estadounidense, marcando distancia con el falso universalismo que tiende a impregnar las escrituras del norte. Esto, partiendo de la reflexión acerca del fortalecimiento, en Argentina, de la polarización política en clave ideológica, y particularmente de los movimientos políticos que se configuran inicialmente en el plano urbano. Resulta fundamental poner en diálogo perspectivas teóricas distantes para atender tanto a la configuración de las relaciones de fuerza que sostienen al capital como orden social institucionalizado, como a la influencias sobre los sujetos y sus imaginarios que este proceso configura. La apreciación de Brown sobre la susceptibilidad de las afecciones nihilistas a ser articuladas como resentimiento social fundante de una violencia autoritaria oportuna para un neoliberalismo que, leído como racionalidad política, tuvo una capacidad histórica de articularse con diversos sectores para imponerse un proyecto hegemónico, permite plantear una hipótesis que asume como marca de la coyuntura argentina el salto a la esfera pública de un sujeto que se configura a partir del auge de las luchas feministas de 2015-2018. Su emergencia está dada por una reacción a dicho proceso de visibilización de sujetos subalternos, proceso que supuso el desplazamiento del universal masculino o varón blanco cis-heterosexual del centro de la disputa. Como contraparte, las lecturas de Fraser sobre el sujeto de cambio y lo potente de la construcción de un “populismo progresista” resultan oportunas para pensar las tareas de los movimientos emancipatorios, si bien la perspectiva programática de Fraser es matizable dada la pluralidad de actores que configuran el mapa de las izquierdas argentinas y los sujetos a los que dichos agentes atienden.