Desigualdad social y fragmentación territorial en Mendoza en las últimas décadas

¿De qué hablamos cuando hablamos de Mendoza? ¿Se corresponden las imágenes de Mendoza con las realidades cotidianas? Numerosas imágenes e identidades, construidas o impuestas, confluyentes y contradictorias, se superponen. “La tierra del sol y del buen vino. La Mendoza conservadora, donde no pasa na...

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Detalles Bibliográficos
Autores principales: Bauzá, Javier, Carabaca, Carla, Cortese, Carmelo
Publicado: 2021
Materias:
Acceso en línea:https://bdigital.uncu.edu.ar/fichas.php?idobjeto=17123
Descripción
Sumario:¿De qué hablamos cuando hablamos de Mendoza? ¿Se corresponden las imágenes de Mendoza con las realidades cotidianas? Numerosas imágenes e identidades, construidas o impuestas, confluyentes y contradictorias, se superponen. “La tierra del sol y del buen vino. La Mendoza conservadora, donde no pasa nada. La tierra árida donde el trabajo construyó oasis. La ciudad de bellas plazas y elegantes avenidas. La provincia de la perpetua escasez hídrica”. Proponemos abordar la provincia como un “espacio producido”, escenario de múltiples disputas, donde las desigualdades territoriales y sociales son de larga data. Hacia fines del siglo XIX se conformó como una economía regional basada en la vitivinicultura, en el contexto de inserción argentina en el mercado mundial como país dependiente, con una modalidad de acumulación agroexportadora. Mostraremos que el impulso “capitalista modernizador” de las tres últimas décadas profundizó una configuración territorial fragmentada, resultado de una lógica que concentra recursos, población y poder en una pequeña porción del territorio, a costa del despojo o agotamiento de otros espacios, recursos y grupos sociales mayoritarios, subordinados y vulnerables. Indagamos en el proceso de estancamiento productivo, de empobrecimiento general de la provincia, con baja calidad laboral y altos niveles de población bajo la línea de la pobreza. Analizamos el contraste de los planes de Ordenamiento Territorial con la realidad de acaparamiento de tierras y agua, pérdida de superficie productiva, expansión caótica de los poblamientos en el piedemonte, aumento de los riesgos ambientales, etc. Sostenemos que los planes de desarrollo provincial no se han basado en una improbable neutralidad científica, ni en los objetivos declamados. El desarrollo capitalista (dependiente nacional, periférico provincial) sigue las reglas de acumulación económica produciendo mayor concentración y extranjerización. Las administraciones políticas, aunque distintas en sus signos partidarios, han seguido lógicas cortoplacistas subordinadas a la dominación de actores económicos concentrados.