El cierre semiótico en torno a la sistematización de experiencias en el campo académico argentino del Trabajo Social actual

La sistematización de experiencias constituye una práctica que surge en el campo de la educación popular en América Latina en la década de 1970, con el fin de reflexionar sobre los saberes vinculados a ese hacer, objetivarlos, aprender de ellos y comunicarlos, con el propósito de transformar ese hac...

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Autor principal: Rodríguez, María del Pilar
Publicado: 2021
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Acceso en línea:https://bdigital.uncu.edu.ar/fichas.php?idobjeto=17142
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Sumario:La sistematización de experiencias constituye una práctica que surge en el campo de la educación popular en América Latina en la década de 1970, con el fin de reflexionar sobre los saberes vinculados a ese hacer, objetivarlos, aprender de ellos y comunicarlos, con el propósito de transformar ese hacer y a los sujetos partícipes de tales procesos educativos. De un hacer, de un sistematizar, las experiencias de educación popular, la sistematización de experiencias pasa a ser ella misma objeto de reflexión para esas organizaciones y para facultades de Trabajo Social. Desde 1980 hasta hoy las prácticas sobre sistematización (discursivas y no discursivas) han tenido distintos recorridos en los distintos campos. No ha sido igual su discurrir en el campo de la educación popular que en el campo académico del Trabajo Social y, en este último, no ha sido igual en Colombia que en Argentina. Desde fines de la década de 1990 y durante los primeros 10 años del nuevo milenio, se extendió en el campo académico argentino de Trabajo Social la tesis según la cual la sistematización de experiencias no es una estrategia de investigación social. A partir de análisis de documentos, análisis bibliográfico y participación en diferentes congresos y espacios de intercambio académico sostengo que: existe un cierre semiótico en torno a la comprensión de la sistematización de experiencias que solo la comprende como una instancia intermedia entre la intervención y la investigación social; en los últimos 8 años el debate se está reabriendo y ese cierre semiótico constituye una efecto ideológico que opera reproduciendo una jerarquía moderna entre saberes. Trabajo Social, disciplina históricamente subalterna en el campo de las ciencias sociales, se reinstala en ese lugar al auto exigirse, en relación a las prácticas de investigación en su campo, una ‘garantía epistemológica’ que no existe en otros campos científicos.