Realidad-ficcionalidad, perspectiva desde el mundo político de las utopías

El presente artículo se divide en dos apartados. En el primero, se demuestra la imposibilidad de llegar a una única definición de utopía. Se ha considerado que el autor inglés J.C.Davis aporta claridad al tema al exponer los rasgos de cinco tipos o modos de "sociedad ideal", entre los que...

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Publicado en:Revista de Historia Universal
Autor principal: Quintá de Kaul, María Cristina
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Acceso en línea:https://bdigital.uncu.edu.ar/fichas.php?idobjeto=17814
Descripción
Sumario:El presente artículo se divide en dos apartados. En el primero, se demuestra la imposibilidad de llegar a una única definición de utopía. Se ha considerado que el autor inglés J.C.Davis aporta claridad al tema al exponer los rasgos de cinco tipos o modos de "sociedad ideal", entre los que incluye a la utopía. Como otra forma de sociedad ideal, se concibe a las utopías como programas integradores, como algo que las distingue de otros tipo de escritura política, sin dejar por ello de encuadrarse en esta forma de pensamiento. Están interesadas en proyectar un medio social total.; de aquí surge la preocupación del utópico por el detalle. El nuevo medio debe crear, dentro del observador, la conciencia del cambio, esencialmente moral y colectivo, en cada faceta de la vida. La totalidad de la visión utópica es parte de la perfección, el orden de la utopía. Surge el afán no sólo de mejorar, sino de perfeccionar. Totalidad, orden y perfección, constituyen las características fundamentales del modo utópico. Para alcanzarlo, sin negar la naturaleza del hombre ni de la sociedad, debe existir una estricta disciplina, que sólo puede lograrse a través de leyes dictadas "para cada ocasión" y de la educación, todo a cargo del Estado. En la segunda parte, se estudia el caso de Inglaterra durante las guerras civiles en el siglo XVII, debido a que aparecen numerosos escritos qúe pueden encuadrarse en el modo utópico; escritos teñidos, sin embargo, por pinceladas de milenarismo. Un caso particular es el de Gerrard Winstanley (1609-1676?), líder del movimiento de los diggers, que emerge del cuadro de la revolución inglesa del Parlamento Largo, como una gran figura profética. De espíritu fuertemente religioso, se inspiró siempre en la Biblia para elaborar su proyecto político. Sobre esta base aspiró a que en Inglaterra se estableciera una organización política y social fundada en la justicia y en el amor fraterno, una sociedad donde la libertad y la felicidad de uno permitiera la libertad y la felicidad de todos. Este proyecto sólo podía garantizarlo un gobierno republicano, de carácter democrático; En la Ley de la libertad en una plataforma, Winstanley consideraba que esta república democrática debía tener como pilares una constitución escrita, el respeto por la autonomía de los ciudadanos, la consideración del poder público como "servicio" y no como dominio, la rotación anual de todos los cargos públicos, el uso común de las tierras de la república, el trabajo como deber, la pena fiduciaria como factor de reeducación y rehabilitación social y la educación como un derecho de todos.