¿Cómo afecta la fecha de siembra al rendimiento de los verdeos de invierno en Mendoza?

Los verdeos invernales son gramíneas anuales que producen un gran volumen de forraje de buena calidad en poco tiempo. Son importantes en las cadenas forrajeras desde comienzos de otoño hasta avanzada la primavera, cuando las pasturas perennes cultivadas o naturales presentan baja disponibilidad de f...

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Detalles Bibliográficos
Autores principales: Ibarguren, Leandra, Bertona, Alejandra, Lopéz, Alvaro, Rebora, Cecilia
Formato: Online
Lenguaje:spa
Publicado: Facultad de Ciencias Agrarias UNCUYO 2023
Materias:
Acceso en línea:https://revistas.uncu.edu.ar/ojs3/index.php/experticia/article/view/6660
Descripción
Sumario:Los verdeos invernales son gramíneas anuales que producen un gran volumen de forraje de buena calidad en poco tiempo. Son importantes en las cadenas forrajeras desde comienzos de otoño hasta avanzada la primavera, cuando las pasturas perennes cultivadas o naturales presentan baja disponibilidad de forraje (2). Así, los verdeos de invierno, por su alta producción estacional, aparecen como uno de los recursos más eficaces para complementarse con pasturas permanentes dentro de las cadenas forrajeras, logrando estabilidad en la producción de forraje durante todo el año. Además, permiten extender la temporada de pastoreo durante el invierno, constituyendo una alternativa a las reservas (heno o silaje) que generalmente implican mayores costos. La fecha de siembra es clave en la determinación de la producción forrajera, hay antecedentes en otras regiones del país que indican que, en general, las siembras tempranas de los verdeos invernales son más productivas; que los rendimientos varían entre especies; y que la especie más productiva en un ambiente, no necesariamente lo es en otro. Ante esta situación nos planteamos las siguientes preguntas: ¿Siembras tempranas (marzo) producen más forraje que siembras tardías (abril) en Mendoza?, ¿el rendimiento varía según la especie (avena, centeno, cebada)? Para buscar respuestas, se desarrolló un ensayo en la Finca San Antonio, de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Cuyo.  Los resultados indicaron que no hubo interacción entre fecha de siembra y especie sembrada. Las siembras de marzo fueron significativamente más productivas que las de abril. A su vez, la avena se diferenció significativamente de centeno y cebada, respecto a la producción de kg MS/ha año.